$220,000: Enfermera Viola El Deber De Cuidado Al Administrar A Una Paciente Una Inyección En El Lugar Equivocado

DESCRIPCIÓN DEL CASO: Durante un internamiento en el hospital se administró una inyección intramuscular a la demandante para aliviar dolor en la espalda. Sin embargo, la enfermera aplicó la inyección subcutánea causando necrosis de la piel localizada alrededor de la inyección. La demandante entabló una demanda alegando violación del deber de cuidado y daños actuales. El acusado disputó lo que sucedió actualmente.

RESULTADO: Veredicto total por $220,000.00

La demandante era una paciente en el hospital de la acusada, donde era tratada por dolor de la espalda baja. Como parte de su tratamiento, el médico prescribió inyecciones intramusculares de Nemerol/fenergan, para aliviar el dolor. En noviembre 10 de 1986, mientras una enfermera insertaba la aguja para la inyección en la pierna anterior de la demandante, hubo retorno de sangre hacia la jeringa. La enfermera completó forzadamente la infección.

La demandante contendió que al haber sangre fluyendo hacia la jeringa se mostró que la enfermera había picado una arteria, y el estándar de cuidado requería el remover inmediatamente la aguja. La enfermera no solamente violó este estándar de cuidado, sino que también completo la inyección dentro de la arteria localizada en el tejido subcutáneo, siendo ésta también una violación del estándar de cuidado. Es requerido que este medicamento sea inyectado de manera intramuscular. El resultado de la negligencia de la acusada fue la necrosis de la piel y tejido subcutáneo en la pierna anterior de la demandante, hasta la pared frontal del músculo. Existe conflicto en cuanto a si la demandante actualmente causó la inyección en el área equivocada. La posición de la demandante en este asunto es que ella golpeó el brazo de la enfermera después de que la inyección había sido aplicada, haciendo que la jeringa y aguja cayeran.

Los expertos de la demandante testificaron que dada la configuración en la cicatriz, esta lesiones consistente con una inyección de medicamento dentro de la arteria localizada en el tejido subcutáneo. La demandante puede tener cirugía reconstructiva para aminorar la profundidad de la cicatriz, la cual costaría entre $50,000 y $65,000. Ella siempre tendrá una cicatriz en su pierna. El experto en enfermería por la demandante testificó que esta inyección es requerida de ser aplicada profundamente en el área intramuscular. Sin embargo, de acuerdo al testimonio de la enfermera acusada, es claro que la inyección fue aplicada subcutáneamente. La discrepancia entre los hechos de donde debería aplicarse la inyección y el lugar donde fue aplicada está por debajo del estándar de cuidado. Este estándar de cuidado también requiere el retiro inmediato de la jeringa, si hay retorno de sangre hacia la jeringa durante una inyección.

Los expertos de la demandante también dieron testimonio en cuanto sus daños. Ellos testificaron que la quemadura de la piel y tejido subcutáneo en la pierna anterior resultaron en necrosis de tejido. Con el fin de reparar su lesión ella requeriría de desbridamiento e injerto de piel, en adición a un segundo procedimiento para remover tejido subcutáneo residual muerto. Sin embargo, ella tendrá una cicatriz hundida permanente de 5” x 6” en la parte anterior de la pierna la cual se extenderá hasta la pared frontal del músculo. La demandante es candidata para cirugía de revisión de cicatriz pero, aún con buenos resultados ella tendrá una cicatriz permanente en su pierna.

Durante el juicio la defensa argumentó que la demandante causó esta lesión cuando ella golpeó el brazo de la enfermera mientras ella administraba la inyección, causando que la aguja y la inyección se movieran hacia el tejido subcutáneo. De manera alterna la defensa argumentó que la inyección intra-arterial nunca ocurrió.

La defensa tuvo testigos expertos testificando en cuanto su teoría del caso. Un cirujano ortopédico testificó que no existían problemas funcionales con la pierna como resultado de la lesión. Un cirujano plástico testificó que el costo de la revisión de la cicatriz era mucho menor que el costo estimado proporcionado por el experto de la demandante y que este costo debería ser entre $7000 y $20,000. Un experto en enfermería de la defensa testificó que no existía violación del estándar de cuidado y que la demandante causó su propia lesión.

Los expertos de la defensa dieron testimonio que refutó el testimonio experto de la demandante con respecto a los daños. Los expertos declararon que la lesión de la demandante era un defecto cosmético y no había daño funcional a la pierna. El costo de la cirugía futura es mucho menor que la alegación de la demandante y debido al retraso desde el tiempo de la lesión existe poca probabilidad de que ella se someterá a la cirugía.

TIPO DE CASO: Mal Práctica Médica

LESIONES:Necrosis de la piel y tejido subcutáneo en la pierna anterior de la demandante, extendido hasta la pared frontal del músculo.

FECHA Y LOCALIZACIÓN DEL INCIDENTE: Octubre 10 de 1986 en el hospital del acusado.

EDAD DE LA DEMANDANTE: 42 al momento del incidente.

OCUPACIÓN: Ama de hogar

ABOGADO DE LA DEMANDANTE:

David P. Crandall

Aitken*Aitken*Cohn

Por la demandante– Susan W.

ABOGADOS DEL ACUSADO:

NEIL, DYMOTT, PERKINS, BROWN & FRANK

Por los Acusados – Kaiser Foundation Hospital

ASEGURADORA DE LOS ACUSADOS: Kaiser Foundation Hospital.